Esta bodega familiar se creó hace más de 100 años en la Torre de Esteban Hambrán. Sus viñedos ocupan una extensión de 35 hectáreas y su bodega se sitúa en el interior de un palacio del siglo XVI que acoge los principales avances tecnológicos para la producción del vino. Esta unión de modernidad, pero con un fuerte respeto a la tradición, resulta en la personalidad de sus vinos.