Situada a tres kilómetros de la villa es una bella ermita de una sola nave. En ella se venera la imagen de la Virgen de la Antigua, patrona de Cebolla. Destacan en la ermita los azulejos que representan la vida y milagros de San Illán, que datan del siglo XVIII. En ellos se relata la aparición de la Virgen a San Illán, señalándole donde debía clavar su ahijada para encontrar agua; la historia de cómo resucita el caballo de su amo; la de como unos campesinos se quejan al amo de que San Illán no labra; cuando es espiado y comprueba que labra más que los demás; San Illán labrando con unos toros bravos a los que amansa; la leyenda de un toro rabioso descubre el sepulcro de San Illán.