El convento se fundó en 1575 y ocupado físicamente por religiosos en 1578, según la fecha tomada por los cronistas franciscanos. En 1778 el primitivo convento es mandado demoler por problemas de mantenimiento y la falta de apoyo económico. Este nuevo convento es construido en unos terrenos situados en el paraje de San Ildelfonso, más cercano al pueblo. Es finalizado en 1783 bajo las influencias del estilo barroco español. Actualmente el edificio cumple las funciones de ermita, cementerio y se le rehabilitó en busca de una nueva vida activa como centro cultural con sala de actos, biblioteca, sala de exposiciones, cafetería y despachos.